Les aseguro que esa frase la han escuchado varias veces, y es que es parte de una realidad, porque finalmente todos esperamos ganar con nuestro trabajo. ¿O no?
Cuando recién partimos, sentimos que debemos "hacernos un nombre" y frente a eso, tendemos a caer en decir que si siempre, en mostrarnos disponibles, porque es una manera de vender. Es en ese proceso donde caemos en decir que si al "¿Me harías un descuento si llevo 2? o al "¿Te puedo pagar a fin de mes?"... O incluso, a poner nuestros productos a precios bajos, para que se vendan, sabiendo que includo puedo no ganar nada porque se netea lo que me costó contra lo que voy a ganar...

Puede que al partir se vea como una opción válida, pero en verdad, todos sabemos que al final se vuelve terriblemente desgastante e incluso puede hacernos perder el equilibrio entre lo que son las responsabilidades y las oportunidades de seguir creciendo. Es aquí donde tenemos que definir cuales son nuestros "innegociables", es decir, cuáles son los límites que nos pondremos en este negocio. ¿Se te ocurren algunos mientras lees? Te dejo algunos ejemplos:
No regalar tu trabajo, porque lo que haces tiene un valor: Piensa cuánto te costó hacerlo o comprarlo, o buscar los insumos, la luz que usaste para alumbrarte o para enchufar tus máquinas, el tiempo que usaste en imaginar el diseño, y mucho más. Tu trabajo VALE
No se aceptan cambios después de X número de días: Tú trabajo también tiene un tiempo de respuesta y ese límite lo pones tú. Por su puesto que si algo se rompe o sale malo, vamos a responder, pero dentro de un plazo adecuado.
No contestaremos mensajes despues de las XX horas: Tenemos que aprender a deconectarnos a cierta hora, porque necesitamos y debemos dormir. Es la unica manera de poder seguir adelante con energías, salud, fuerza y mucho más. Muchas oficinas tienen horario, ¿por qué yo no?
Y así hay muchas más ideas que pueden ir apareciendo en el proceso y que nos enseñarán a autoponernos límites. Cuando empezamos a definir nuestros límites, hay muchos que podrían creer que estamos locos,que no podemos ponernos "exigentes" y que debemos estas "siempre disponibles"... Qué cómo se nos ocurre poner el NO dentro de nuestro vocabulario de atención a clientes...
Esto es porque crecimos en una sociedad donde solemos poner las necesidades de los demás por encima de las propias; donde tendemos a autoexigirnos por cumplirle a los demás; crecimos en un sistema donde decir que NO es "mal visto" y viene ligado a la culpa.
Emprendedores ECHU, respetar tus límites, esos que no estás dispuesto a transar, es más que solo un acto de valentía, es también uno de reconocimiento, de amor propio y de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
No le tengamos miedo a decir que no, a poner límites, a regular los procesos. Hay quienes piensan que esto puede alejar al cliente; pero la tendencia dice que es al revés... que acerca a quienes valoran las relaciones genuinas, y donde el servicio de venta, se muestra alineado a valores y principios.
¿Se animan a hacer una lista de innegociables y definir sus límites? Los animo a que piensen en esto y le den una vuelta... Recuerda que tú eres el motor de tu empresa, y que necesitas tener la capacidad de seguir avanzando con energía, fuerzas, buena salud, ánimo, ganas y mucho más; por lo que vernos sobrepasados por no poner límites a tiempo, es algo que a toda costa debemos evitar.
¡Les mando un abrazo grande!
Pacita Gazmuri M. / ECHU
Comentarios