Hay una pregunta que se repite en muchas de las asesorías que hacemos, y me imagino que es algo que todos los emprendedores nos hemos preguntado más de una vez…
“¿En cuánto tiempo voy a tener resultados? ¿Cuándo empezaré a tener más clientes y vender más?”
Sabemos que nadie trabaja por “bolitas de dulces” (ni ustedes ni yo) y que es normal que se nos presente a veces un sentido de urgencia por avanzar, una necesidad de poder crecer, de querer lograr las metas que nos pusimos y empezar a ver resultados en lo que hacemos.
Y en las asesorías en las que se nos ha presentado el tema, siempre les digo lo que quiero compartirles hoy. Está bien ponerse metas; está bien pensar en resultados y esperar que a nuestro negocio le vaya bien y que podamos comercializar con éxito lo que hacemos. Lo que no está bien, es que ese resultado nos obsesione al punto de que dejemos de disfrutar lo que hacemos.
El resultado es parte del proceso y como tal, debe estar presente en nuestra vida, pero debemos evitar que nos “gobierne” el negocio, ya que lo que nos va a terminar pasando, es que dejaremos de disfrutar lo que hacemos, porque nos enfocaremos sólo en ganar.
Emprender es un camino que es parte de la vida. Y por eso, es importante que nos tomemos el tiempo para saborear las cosas, para procesar lo que estamos viviendo. En un mundo que va rápido y donde no podemos detener el tiempo, ni volverlo atrás, tenemos que darnos espacios para conectarnos con nuestra experiencia. Los resultados van a llegar, porque es parte de la vida… pero si hoy me enfoco sólo en el final, me voy a perder el camino que me llevará a mis objetivos, y será ese camino el que después contaré con orgullo cuando me pregunten ¿Cómo lo hiciste?
Les dejo un abrazo,
Pacita Gazmuri M. / ECHU
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