Vamos a partir de lo más simple… y tú y yo lo sabemos, sólo que a veces se nos olvida: las redes sociales no fueron creadas para vender; fueron creadas para hacer comunidad, para entretener, para informar… ¿O no?
Si lo piensas bien, las personas no entramos a una red social pensando en qué vamos a comprar, las personas buscamos encontrar temas de interés, mirar lo que otros publican, cosas que llamen nuestra atención… y es en ese proceso, donde nos “tentamos” y compramos…
Entonces, una de las cosas más maravillosas que tienen las redes, es que podemos decir que la comunicación marca/cliente es bidireccional. Se produce un enlace, un contacto inmediato…
¿Por qué? Porque aquí la marca se comunica directamente con el cliente y éste tiene la capacidad de responder sobre ese mismo mensaje… ¡Lo máximo! ¿O no?
Entonces, qué debemos hacer para vender en RRSS… Lo primero, es generar confianza. Eso es lo que podríamos llamar “la madre de todo”, ya que si logro que confíen en mí y en lo que muestro, la lógica dice que me van a comprar… Y cuando logro que compren, y entrego un servicio que es una experiencia, la lógica dice que volverán….
Entonces, definamos una cosa… Las Redes Sociales deberán ser un apoyo a tu canal de ventas –es decir… no pueden ser TÚ único canal… Porque para ver un catálogo, escaneo un código QR o voy a la web…. En Instagram, ni tu ni yo esperamos ver una foto + el precio… ¡queremos más!
Y para lograr ese más, entra a jugar un rol muy importante… la comunidad, que se relaciona directamente a lo que dijimos en otra entrada del blog, sobre el IMPACTO (¿No Te acuerdas? Vuélvelo a leer…)
Somos comunidad, porque somos un grupo de personas que se reúnen en una cuenta, porque tenemos un “algo” en común… Y en ese algo, TÚ, como emprendedor, juegas un rol fundamental… Porque eres quien lidera tu comunidad, y porque ese “algo” que hace que las personas visiten tu cuenta, te sigan e interactúen en su interior, es lo que TÚ tienes para ofrecer…
La comunidad nos lleva a la venta, porque cuando yo interactúo, respondo, doy confianza, hago seguimiento, me muestro humano y apelo a la emotividad y la empatía, dejo de ser una tienda más, y me convierto en una tienda personalizada, donde mi cliente no sólo compra y hace una “transacción”… En mi comunidad, mi cliente vive una experiencia de compra.
Por eso sobre las RRSS vuelvo a decirles… No es el número de seguidores lo que vale; importa el número de personas que interactúan, que se relacionan, que muestran real interés… y son esas personas, las que están dispuestas a comprar, a recomendar y a compartir mi trabajo.
Los animo a levantar la vista y a replantearse estrategias… a mirar más allá…
Un abrazo,
Pacita Gazmuri M. / ECHU
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